Notas / Metodología

ENTRENAMIENTO FEMENINO ONLINE: LOGROS Y EL DESAFÍO DE AVANZAR

ENTRENADORES Y ARQUERAS DEBIMOS ADAPTARNOS A ESTA MODALIDAD QUE PERMITE ACORTAR DISTANCIAS FÍSICAS Y REQUIERE SER CREATIVOS Y FORMULAR NUEVOS OBJETIVOS.

Cuando en marzo se estableció la interrupción de los entrenamientos al aire libre, recurrimos a los entrenamientos remotos, primero virtuales y luego OnLine  para acompañar a las arqueras del CEFARQ desde nuestro lugar de formadores y entrenadores y brindarles contención y herramientas para  desarrollar su actividad de manera adaptada.

La primera consigna fue ajustar los entrenamientos a los espacios disponibles. La segunda llevar a las arqueras un estado mental en el que se sintiesen en el arco y no en el living o el patio de su casa.

Dado que la mayoría no cuenta con espacios grandes para entrenarse, apuntamos a aspectos fundamentales para el puesto como coordinación, desplazamientos cortos con cambios de dirección, fuerza, propiocepción, pliometría y trabajos perceptivo-cognitivos. Buscamos también que la arquera se visualice a sí misma en un campo de juego, en el arco, siguiendo una jugada y preparándose para resolver según lo que requiera la situación planteada. Con esta perspectiva, diseñamos ejercicios situacionales en los se posicione en relación a la ubicación señalada del balón, que achique, resuelva con una toma u otro gesto o salga a cortar un supuesto envío aéreo, entre otras opciones. Todo esto dentro de una simulación de jugadas relatadas por el entrenador y bajo pautas establecidas de antemano. Por ejemplo, objetos de diferentes colores o números implican determinados gestos técnicos o acciones. Arqueras y entrenadores debimos adaptarnos a esta nueva modalidad no utilizada antes por nosotros. Con el correr de las sesiones, la fluidez y la intensidad empezaron a consolidarse.

En los entrenamiento participan arqueras que asisten regularmente al CEFARQ  quienes sostienen que “además de ser completos, son llevados adelante por profesionales que en todo momento nos indican qué mejorar, una se siente acompañada” (Nicolle Durso) y que “a medida que avanzamos empezamos a ejecutar mejor, aprendiendo y desarrollando aspectos físicos que van a hacer la diferencia al regreso a los entrenamientos en condiciones habituales” (Valeria Orbea)

También se incorporaron arqueras de nuestra región que no habían entrenado anteriormente en el CEFARQ y nos manifiestan su conformidad: “el grupo te motiva a hacerlo porque hay una gran trabajo de fondo y dedicación de parte de todos… se hace más fácil entrenar teniendo un día fijo, que haya planificación de la clase y que nos guíen para llevarla a cabo” (Magdalena Alberti); “fue algo totalmente nuevo… me quedé impresionada por la forma de trabajo y organización… Los entrenamientos son muy buenos, exigentes y con mucha variedad. Me sentí con muchas ganas de entrenar siempre” (Paula Montes de Oca).

 

 

Las plataformas online permiten acortar las distancias físicas. Miriam Otero, arquera de Entre Ríos se sumó a los entrenamientos desde la primera sesión y recibimos visitas de otras arqueras del país y sus entrenadores (San Martín de Burzaco y Rosario Central) y del exterior (Chile, Honduras. Nicaragua y Panamá), generando un provechoso intercambio para todas las partes. Miriam disfruta la experiencia: “me brindaron un lugar que me ha ayudado a mantenerme activa y a crecer como la arquera que quiero llegar a ser. La experiencia es única y la onda que le ponen nos da el empujón que necesitamos en estos tiempos”.

Las devoluciones de las arqueras nos indican dónde estamos y hacia dónde vamos y nos plantean el desafío de la creatividad, la imaginación y los nuevos objetivos, para hacer entrenamientos dinámicos, intensos y no caer en rutinas que desmotiven. Nos obligan a evolucionar constantemente y mejorar como entrenadores.

A pesar de obstáculos que no se pueden manejar, como las inclemencias climáticas para aquellas arqueras sin espacios internos para entrenar, o los problemas corrientes de las conexiones a internet, que muchas veces dejan fuera de línea tanto a arqueras como a entrenadores, la adaptación se hace visible en cada jornada. En definitiva, de eso se trata la función de la arquera: resolver cada situación como mejor pueda.

Pablo Morossini, Daiana Enriquez y Sergio Vizcaíno